viernes, 13 de septiembre de 2013

La acidificación del Océano Ártico se acelera


El aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera no solamente tiene como consecuencia un aumento de las temperaturas globales, sino que, además, acidifica los océanos. La acidificación del océano es el proceso por el cual los niveles de pH del agua de mar disminuyen debido a una mayor cantidad de dióxido de carbono absorbido por los océanos de la atmósfera. Actualmente los océanos absorben aproximadamente una cuarta parte de los gases de efecto invernadero. Unos niveles de pH más bajos hacen que el agua sea más ácida y los estudios de laboratorio han demostrado que la disminución de las tasas de calcificación de un agua más ácida en muchos organismos reduce su capacidad para construir conchas o esqueletos.
Estos cambios, en muchas especies que van desde los corales a los camarones, tienen el potencial de afectar las especies situadas arriba y abajo de la cadena alimenticia.

Un equipo de investigadores ha encontrado que la disminución del hielo marino en el verano ártico tiene consecuencias importantes para la capa superficial del océano Ártico, y lo ha documentado en el artículo Baseline Monitoring of the Western Arctic Ocean Estimates 20% of Canadian Basin Surface Waters Are Undersaturated with Respect to Aragonite.

Como la capa de hielo marino retrocede, el agua que se encontraba debajo del hielo queda expuesta al dióxido de carbono atmosférico, que es el principal impulsor de la acidificación de los océanos.

Además, el agua dulce procedente del hielo marino derretido diluye el agua de mar, lo que reduce los niveles de pH y las concentraciones de calcio y de carbonato, que son los constituyentes, o bloques de construcción, de la aragonita mineral. La aragonita y otros minerales a base de carbonato constituyen la parte más dura de esqueletos y conchas marinas de muchos microorganismos. La reducción de las concentraciones de calcio y de carbonato puede afectar al crecimiento de organismos de los que muchas especies dependen para alimentarse.

Estado de saturación de la aragonita y contribución de agua dulce en regiones del oeste del Océano Ártico

La nueva investigación muestra que la acidificación de las aguas superficiales del Océano Ártico se está expandiendo rápidamente en áreas que estuvieron antes aisladas del contacto con la atmósfera debido a que estaban cubiertas de hielo.

Un 20 por ciento de la cuenca de Canadá se ha vuelto más corrosivo para los minerales de carbonato, y esto en un periodo relativamente corto de tiempo. En ningún lugar en la Tierra se ha documentado esta rápida acidificación de los océanos a tan gran escala.

A nivel mundial, la superficie oceánica de la Tierra está cada vez acidificada debido a la absorción del dióxido de carbono atmosférico, cuya concentración va en aumento. Los modelos de acidificación de los océanos muestran que con el aumento de dióxido de carbono en la atmósfera, el océano Ártico tendrá concentraciones crucialmente bajas de carbonatos minerales disueltos, como la aragonita, en la próxima década.

En el Ártico, donde el hielo marino ha estado retrocediendo durante varios años, la dilución de agua de mar con el hielo marino que se derrite añade más leña al fuego de la acidificación de los océanos. No sólo es que la cubierta de hielo retirado deja el agua de la superficie expuesta al dióxido de carbono, sino que la capa superficial del agua es ahora más dulce, y esto significa que hay menos iones de calcio y carbonato disponibles para los organismos.


Salinidad en la superficie del oeste del Océano Ártico

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