viernes, 18 de noviembre de 2011

La variabilidad del clima del Pleistoceno podría anunciar una futura, y estable, era glacial


Siempre es interesante especular sobre el clima que hará en los próximos milenios, a pesar de no ser más que eso, especulaciones. Es interesante porque los modelos utilizados son parecidos a los que se utilizan para prever la evolución del cambio climático actual. Dentro de estas especulaciones encontramos el artículo Transient nature of late Pleistocene climate variability, publicado el año 2009.

El clima en el Pleistoceno temprano varió con un período de 41.000 años y estaba relacionado con las variaciones en la oblicuidad de la Tierra. Hace unos 900.000 años, aumentó la variabilidad y osciló con un período de 100.000 años, lo que sugiere que la relación era entonces con la excentricidad de la órbita de la Tierra.

En el artículo citado los autores proponen que el aumento de la variabilidad en los últimos millones de años puede indicar que el sistema climático se acerca a un segundo punto de bifurcación del clima, después del cual volvería otra vez a un nuevo estado estable, caracterizado por la permanente glaciación de las latitudes medias del hemisferio norte. Desde esta perspectiva los últimos millones de años pueden ser vistos como un intervalo transitorio en la evolución del clima de la Tierra.

De ser alcanzado, este estado sería más "simétrico" que el clima actual, con áreas comparables de hielo / cubierta de hielo marino en cada continente, y representarían la culminación de 50 millones de años de evolución desde climas glaciales no bipolares hacia climas glaciales bipolares.

Los autores apoyan su hipótesis utilizando un modelo que acopla balance de energía y capa de hielo, que predice que la futura transición implicaría una gran expansión de la capa de hielo de Eurasia.

No sería la primera vez que se producen estas transiciones del clima en la historia de la Tierra. El avance de los hielos hace 33,6 millones de años, cerca de la frontera entre el Eoceno y el Oligoceno podría ser una de ellas (ver artículo Rapid Cenozoic glaciation of Antarctica induced by declining atmospheric CO2).


En las figuras se puede ver el volumen de hielo en el hemisferio norte y el nivel del mar, calculados según el modelo utilizado en el artículo. En la primera de ellas, podemos observar que, al haber separado la evolución del hielo en el hemisferio norte en dos, América del Norte y Eurasia, se puede ver que la capa de hielo de Norteamérica cruzó por primera vez el umbral de bifurcación hace 1,4 millones de años aproximadamente, durante un intervalo de baja excentricidad de la órbita terrestre. Este tipo de respuesta concuerda con una explicación de cómo comienza una glaciación: al ser América del Norte menos extensa que Eurasia, no se calienta tanto durante el verano.


Esta predicción está basada en un nivel relativamente constante de CO2, lo que nos puede hacer pensar que, para evitar la nueva glaciación, las civilizaciones futuras podrían controlar las concentraciones de gases de efecto invernadero para retrasarla.

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